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Teniendo en cuenta que la edad de jubilación se retrasa cada vez más y que millones de personas planean trabajar durante su vejez, es necesario que las empresas adapten las oficinas para sacar partido de una población activa madura, afirma James Bidwell, de la pronosticadora de tendencias Springwise.
Charles Darwin tenía 50 años cuando publicó "El origen de las especies" en 1859. El fundador de KFC, Colonel Sanders, tenía 65 años cuando utilizó su primer ingreso de la Seguridad Social para abrir una franquicia de pollo frito en 1952. Y Peter Roget tenía 73 años cuando elaboró el tesauro que le haría famoso.
Si le entusiasma lo que acaba de leer, no es el único. Es atrayente la idea de que podamos tener profesiones gratificantes durante la vejez. Y, para muchos de nosotros, es nuestro futuro. Según Pew Research, desde comienzos del siglo XX, no había tantas personas mayores de 65 años trabajando como hoy en día, y muchas de ellas con trabajos a tiempo completo.
Los trabajadores están retrasando su edad de jubilación a nivel mundial. Casi el 19 % de estadounidenses de 65 años o más trabajaron, al menos, de forma parcial durante 2017, según el informe laboral de los EE. UU. Un tercio de los trabajadores de Japón esperan trabajar hasta pasados los 70 años. Y, en el Reino Unido, el número de trabajadores mayores de 65 años casi se ha duplicado durante los últimos 10 años, y está cerca de triplicarse durante las dos próximas décadas.
Sin lugar a dudas, las empresas querrán prepararse para este tipo de trabajadores con el fin de garantizar la máxima productividad y ofrecer, a su vez, los niveles adecuados de asistencia e integración. Entonces, ¿qué deberían hacer las empresas para estar a la vanguardia?
Más opciones de trabajo flexible
No hay duda de que las empresas que mejor utilicen la experiencia y las competencias de los trabajadores de más edad demostrarán una particularidad esencial: la flexibilidad. Esto incluye ofrecer opciones como trabajar desde oficinas centrales o satélites o espacios de trabajo flexibles, trabajar en equipos virtuales, utilizar dispositivos móviles y compartir oficina.
Durante años, CVS Caremark ofreció en los EE. UU. un programa invernal mediante el que varios cientos de farmacéuticos y otros trabajadores de los estados norteños se desplazaban durante el invierno a zonas con climas más cálidos. Desde entonces, esta iniciativa se ha convertido en un conjunto más amplio de medidas, entre las que se incluyen el trabajo a distancia, el trabajo compartido y semanas de trabajo más condensadas.
También en los EE. UU., la organización sin ánimo de lucro Mitre Corp ha introducido la jubilación por fases, permitiendo que los trabajadores de más edad hagan una lenta transición entre el trabajo y la jubilación mientras disfrutan de algunas de las ventajas de ambas. También ha desarrollado un programa de reserva que permite a los jubilados proporcionar asistencia a corto plazo en proyectos complejos y de gran especialización, además de orientar a los empleados más jóvenes.
Un cambio psicológico
Cuando se trate de considerar las formas de fomentar la productividad de los trabajadores de mayor edad, las empresas echarán mano de la psicología. Según una investigación llevada a cabo por el economista Mark Zandi, el envejecimiento de la población activa de los EE. UU. podría estar en relación directa con la disminución de la productividad nacional. Zandi analizó las estadísticas del gobierno y concluyó que la productividad era más baja en los lugares en los que la población activa era de mayor edad, seguramente porque las empresas llevan a cabo menos formaciones a nivel general o no actualizan el software o los equipos porque creen que los empleados de mayor edad no sabrán utilizarlos. Todo esto apunta a la necesidad de innovar en el ámbito de la formación y de la reeducación.
Algunas empresas ya están en ello. Una de ellas es la compañía de seguros The Hartford, que animó a sus empleados más jóvenes y expertos en tecnología a que compartiesen conocimientos con el personal de mayor edad a través de la orientación inversa. Los empleados más jóvenes tenían la oportunidad de trabajar codo con codo con los líderes corporativos, mientras que los trabajadores de mayor edad se beneficiaban de la enseñanza experta sobre estrategias relacionadas con los nuevos medios. Tanto los orientadores como los aprendices indicaron que esta medida les ayudó a ganar mayor productividad en su trabajo.
Los empresarios están adoptando la orientación inversa como una forma de hacer partícipes a los trabajadores de más edad
El uso de la tecnología y las herramientas
La implementación efectiva de la tecnología también puede servir de ayuda para integrar y estimular a los trabajadores de mayor edad. Valga de ejemplo el ruido ambiental, sobre todo en las oficinas abiertas. La cortina acústica de Future Acoustic utiliza un micrófono y un altavoz para transformar los ruidos molestos en otros más benévolos tomando como base la música orquestal o los sonidos naturales que fomentan la concentración. La cortina de lluvia va un paso más allá; es una división en la oficina que crea un muro físico de agua, lo que genera sonidos tranquilizantes en las oficinas abiertas.
La realidad aumentada (RA) puede servir de ayuda para que los trabajadores veteranos se mantengan al corriente. La empresa alemana de tecnología ioxp elaboró un sistema de RA que permite la creación de manuales y guías flexibles y cognitivas que aprenden a medida que enseñan. Los manuales proporcionan instrucciones paso a paso en el campo de visión, ofreciendo ilustraciones y anotaciones animadas que guían al usuario a través de cada etapa del proceso de trabajo mediante indicaciones de los procedimientos en una superposición semitransparente.
También existen soluciones emergentes para los desafíos que suponen el uso diario y prolongado del ordenador. Ai Squared, en Vermont (EE. UU.), ha desarrollado un software específico para personas con degeneración macular. Transforma los colores de la pantalla para que sean más legibles; de esta forma, las personas que tienen problemas con tipografías negras sobre fondo blanco podrían ver el formato del correo electrónico y de las páginas web en colores diferentes y más sencillos para leer.
La oficina física sufrirá una transformación
La adaptación del espacio físico de oficina supondrá un importante paso para acoger a los trabajadores de más edad. Mientras que las tendencias en el diseño de oficinas muestran un cambio hacia los entornos abiertos y colaborativos, un estudio llevado a cabo por Davenport demuestra que los empleados de mayor edad prefieren los espacios cerrados, sobre todo cuando se trata de realizar tareas individuales que requieren de concentración.
El estudio de arquitectura NBBJ ayuda a que los empleados encuentren el entorno laboral ideal. Su sistema sensorial patentado Goldilocks recopila datos sobre el calor, la luz y el ruido mediante sensores ubicados por toda la oficina. Los trabajadores pueden utilizar una aplicación de smartphone para elegir entre elementos como cálido/frío, luminoso/sombrío, ruidoso/tranquilo y, de este modo, encontrar el área del espacio de trabajo que se adapta mejor a sus necesidades.
Además, ya no será necesario que el trabajo se articule en torno a pantallas de ordenador. Los estudios indican que los trabajadores de mayor edad se benefician de alternativas al trabajo basadas en pantallas de ordenador para crear, procesar y almacenar información. La empresa emergente británica Joto está elaborando nuevos métodos para mostrar contenido digital, con una pizarra conectada que utiliza un rotulador para dibujar, en tiempo real, cualquier imagen, mensaje o boceto enviado desde cualquier hogar u oficina del mundo.
También es necesario adaptar la iluminación de las oficinas, ya que los ojos de las personas mayores de 60 años solo admiten la tercera parte de luz que los ojos de un veinteañero. El sistema HealWell, desarrollado por Philips Lighting, utiliza luces LED dinámicas para imitar los patrones de la luz natural. Los niveles de luz se incrementan de forma gradual para reproducir tanto el brillo suave del amanecer como la luz intensa del mediodía, para después disminuir progresivamente durante la tarde.
Lo que está claro es que muchos de los trabajadores de más edad quieren y, de hecho, necesitan, trabajar más allá de la que se suele considerar la edad de jubilación. Al mismo tiempo, las empresas son reticentes a ver cómo su conocimiento institucional les abandona cuando un empleado cumple 65 años. Mediante un amplio abanico de innovaciones en la práctica laboral, muchos de nosotros podremos seguir trabajando de manera productiva una vez entrados en nuestros años dorados.
