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Cómo desconectar en un mundo digital

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En una era de "contaminación digital", los autores Imran Rashid y Soren Kenner proporcionan cinco consejos de oro para reconocer las "trampas mentales" en línea que nos agobian y evitar los posibles efectos secundarios desastrosos de la sobrecarga de información. Informa Etan Smallman

 

Como encargado de tomar decisiones empresariales, debería preocuparse por el impacto de la sobrecarga de información en línea que usted y sus compañeros sufren, y no solo porque abril sea el mes de la sensibilización contra el estrés.

La adicción digital, especialmente el uso de las redes sociales, puede afectar al estado de ánimo y a la moral. Investigadores de la Universidad de Innsbruck, Austria, descubrieron que los participantes afirmaron sentirse más infelices después de usar Facebook, en comparación con cómo se sentían tras una navegación por Internet normal.

La adicción a las pantallas podría estar afectando sus resultados. Un informe de Business Today descubrió que el 13 % de la productividad total se pierde debido al tiempo que se pasa en Internet o en las redes sociales.

Imran Rashid, autor del libro, hablando a un grupo de personas

Imran Rashid, coautor

Imran Rashid y Soren Kenner, los autores del nuevo libro "Offline: Free your mind from smartphone and social media stress", revelan la mejor estrategia para que los empleados mitiguen los efectos secundarios de pasar tiempo en Internet.

  1. Tenga elementos activadores para evitar la distracción

Rashid y Kenner han acuñado el término DFRAG, "digital fragmentation syndrome" (síndrome de fragmentación digital), para describir una condición en la que la experiencia humana del tiempo, el espacio y la consciencia se fragmenta constantemente en interacciones digitales. El paso clave para combatirlo, afirma Rashid, médico de cabecera cualificado, es crear una infraestructura de oficina que incorpore elementos activadores integrados y patrones de comportamiento para evitar las distracciones digitales.

Compara la distracción digital con la de fumar: en las oficinas, hay normas claras sobre dónde se puede fumar y dónde no. "Necesitamos el mismo condicionamiento cuando se trata de los hábitos digitales", afirma. "Si quiere permitir que la gente se concentre, tendrá que crear un espacio de trabajo sin distracciones".

Imran Rashid, autor del libro

Una idea que recomienda para los empleados que trabajan en una oficina de concepto abierto es tener una señal luminosa en su escritorio. "Cuando la encienda, los demás sabrán que quiere concentrarse y que no deben interrumpirle".

Esto también tiene un efecto positivo en los individuos, ya que los anima a responsabilizarse personalmente de desconectar del mundo digital mientras completan una tarea y estar así más concentrados. "Después de todo, sabemos que un 50 % de todas las distracciones en un espacio de trabajo son provocadas por uno mismo", explica Rashid. "Hemos desarrollado un comportamiento en el que nos distraemos a nosotros mismos".

  1. Planifique descansos de desintoxicación digital

 Soren Kenner, coautor, profesional de marketing en línea y emprendedor, recomienda empezar el día con una lista de tareas por hacer y un horario para determinar cuándo puede acceder a las mayores distracciones digitales y cuándo debe evitar hacerlo. Entre estas se incluyen las redes sociales, los juegos e incluso el correo electrónico.

"Por ejemplo, podría programar un horario que activara la recepción de correo electrónico de 9 a 11 de la mañana y de 4 a 5 de la tarde y que bloqueara las redes sociales, excepto durante un período determinado, como la hora de comer y quizás durante un corto periodo al final del día", afirma. "Al hacerlo, podrá aumentar la productividad y la capacidad de concentración".

  1. Tome decisiones importantes al principio del día

Estar constantemente en línea genera lo que los psicólogos denominan "cansancio de decisión", lo que provoca "peores decisiones cuanto más tiempo pasa", afirma Kenner.

"Se refiere al hecho de que la toma de decisiones quema recursos finitos. Eso es porque el proceso implica a neurotransmisores y hormonas que tardan un tiempo en regenerarse. Por lo tanto, cuantas más decisiones tenga que tomar en un día, más pobres serán en general".

  1. Minimice la cantidad de decisiones que tiene que tomar

Otra solución es reducir el número de decisiones que toma en un día. Las personas suelen procesar de media unas 35 000 en 24 horas.

Puede empezar por abandonar la reflexión sobre cómo se vestirá y qué comerá. Comer cada día lo mismo en la oficina puede parecer aburrido, pero deja más espacio al cerebro para concentrarse en las decisiones empresariales importantes.

Soren Kenner, coautor del libro

Soren Kenner, coautor

Kenner afirma: "En particular, políticos y empresarios importantes, como el anterior presidente de los Estados Unidos Barack Obama, Steve Jobs y Mark Zuckerberg, se han hecho famosos por reducir su vestuario para el trabajo a uno o dos conjuntos para poder limitar la cantidad de decisiones que toman en un día". El presidente Obama dijo: "Estoy intentando reducir las decisiones. No quiero tomar decisiones sobre lo que voy a comer o la ropa que me voy a poner porque tengo muchas otras decisiones que tomar".

  1. Céntrese en lo positivo

Finalmente, para poder lograr un cambio significativo y sostenible, Rashid afirma que los jefes deben centrarse "en lo que se quiere conseguir en lugar de lo que no se puede conseguir". Explica: "Tiene que centrarse en los aspectos positivos de lo que quiere conseguir; eso podría consistir en crear algunas reglas específicas sobre cómo quiere gestionar determinadas situaciones. Por ejemplo, si implementa la prohibición de los teléfonos móviles en los espacios de trabajo, la gente centrará su atención en lo que se les ha arrebatado.

Imagen de una mano destrozando un teléfono móvil con un martillo

"En cambio, explíqueles que quiere un espacio de trabajo con vínculos más estrechos, mejores relaciones y una comunicación más clara, con reuniones en las que la gente no esté distraída. Una vez que haya implementado las condiciones estructurales, las partes finales (las elecciones individuales y los hábitos de grupo, también conocidos como cultura empresarial) serán mucho más sencillas. Esto aumenta las posibilidades de hacer cambios más duraderos".

Rashid y Kenner creen que estos cinco consejos podrían mejorar muchos aspectos: desde el estrés hasta las dificultades para dormir y la falta de concentración en el trabajo. Ojalá pudiéramos provocar un cortocircuito de los adictivos mecanismos de diseño creados por los gigantes informáticos. El argumento de su objetivo es sencillo: todos deberíamos "recuperar el control del dispositivo que ha conseguido controlarnos" y volver a hacer que la tecnología se centre en el usuario.


Etan Smallman es un periodista británico cuyo trabajo se ha publicado en periódicos como The Guardian, The Times, The Daily Telegraph y The South China Morning Post.

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