Productividad

La revolución digital provocará la creación de nuevos trabajos (y la destrucción de otros)

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Un potente cóctel digital de inteligencia artificial (IA), aprendizaje de máquinas y automatización está transformando el panorama laboral.

La vertiginosa rapidez de los avances tecnológicos en la conducción autónoma nos lleva a pensar que los taxistas se convertirán en una especie en peligro de extinción. Según la Oficina de Estadística Laboral de EE. UU., más de 85 000 trabajadores de tiendas perdieron sus trabajos solo en los primeros cuatro meses de 2017. Sectores como la logística, la gestión de inventarios y el embalaje de mercancías muy probablemente sufrirán también este impacto. No solo eso, también están en riesgo algunas profesiones de oficina como auditores, contables y abogados.

Los investigadores de la Universidad de Oxford, Carl Frey y Michael Osborne, pronosticaron que casi la mitad de todos los trabajos de EE. UU. (el 47 %) se encontraban en situación de riesgo debido a la informatización; mientras que el Banco de Inglaterra indicó que la automatización podría dar como resultado la pérdida de 15 millones de puestos de trabajo en Reino Unido, la mayoría en el sector servicios.

 

Los millenials son optimistas

Aun toda esta incertidumbre, los millenials son bastante optimistas a pesar de que serán los más afectados por todos estos cambios tecnológicos. En un estudio global realizado en 2016 por el Foro Económico Mundial (WEF) a jóvenes de entre 18 y 35 años, casi la mitad (el 46 %) de los encuestados reconocía que los trabajadores que carezcan de las habilidades adecuadas tendrán problemas para encontrar trabajo en el futuro.

No obstante, cuatro de cada cinco encuestados creen que la tecnología creará más puestos de trabajo de los que destruirá. Puede que se pierdan algunos puestos de trabajo, pero para otros, la automatización basada en la inteligencia artificial hará que los trabajadores sean más productivos y que aumente la demanda de habilidades específicas. Hacia finales de la era Obama, un informe de la Oficina Ejecutiva del Presidente de EE. UU. indicaba que "es probable que los nuevos trabajos se creen directamente".

Por ejemplo, PwC predijo que "será necesario el equivalente a los controladores aéreos para controlar los vehículos autónomos en carretera. Las entregas en el mismo día y el embalaje y el almacenamiento automatizado también están dando lugar a la creación de más puestos de trabajo para robots y humanos".

Según informa McKinsey, un tercio de los nuevos trabajos creados en EE. UU durante los últimos 25 años no existían con anterioridad en áreas como el desarrollo de las TI, la fabricación de hardware, la creación de aplicaciones y la gestión de sistemas de TI.

El aumento en la conectividad de los productos, desde coches hasta electrodomésticos, llevará a un gran aumento de la demanda de trabajadores en profesiones como el análisis de macrodatos o la ciberseguridad. El Foro Económico Mundial vaticina que "la revolución de la IA llevará sin duda a la creación de nuevos trabajos en campos como la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, como ocurre con la nanotecnología y la robótica".

 

Tres habilidades clave

El sitio web de búsqueda de empleo Workopolis afirma que para los trabajos del futuro serán fundamentales estos tres elementos: el sistema de educación STEM (acrónimo de los términos en inglés "science, technology, engineering and maths"; "ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas" en español), la creatividad y la inteligencia emocional.

Los trabajos con menor probabilidad de desaparición debido a los avances tecnológicos son aquellos donde la humanidad es el componente esencial. Aquí se incluyen las áreas donde se tienen que llevar a cabo valoraciones o construir relaciones con otras personas: profesionales médicos como doctores, enfermeros, dentistas y terapeutas, así como profesores o profesionales de ventas.

De hecho, el WEF informa de que habrá una gran demanda de profesionales de ventas especializados "ya que será necesario que prácticamente todos los sectores adquieran competencias para comercializar y describir sus productos a otras empresas, instituciones y consumidores finales". Esto se debe a que tendrán que describir sus productos innovadores a sus clientes o venderlos a nuevos clientes en nuevos mercados, o ambas.

Los trabajos que conllevan un pensamiento creativo son difíciles de automatizar; es difícil hacerse a la idea de que un ordenador haga el trabajo de un artista, de un científico o de un empresario. Lo mismo ocurre con tareas con un alto grado de imprevisión, como sucede con los fontaneros cuando tienen que encargarse de urgencias en distintas ubicaciones.

 

Una mano de obra nueva y ágil 

Sin embargo, las características del trabajo cambiarán para muchos, con grandes empresas que encontrarán dificultades para mantener el ritmo. Este nuevo mundo digital está repleto de trabajadores autónomos y de pequeñas empresas que se benefician de las plataformas digitales. En su informe "La mano de obra del futuro", PwC contempla un escenario donde "las plataformas digitales conecten al trabajador con el empresario, las competencias con la demanda, el capital con la innovación y al usuario con el proveedor. Esto les permite a los empresarios llegar más allá de su alcance en términos de influencia y escala". 

El informe añade que las compañías de mayor tamaño "se fragmentarán para crear sus propias redes y mercados internos con los que romper con las jerarquías a la vieja usanza y para estimular y recompensar a los trabajadores por la concepción de nuevas ideas". Los trabajadores serán más ágiles y versátiles, y podrán cambiar de un proyecto a otro y desplazarse entre distintas ubicaciones. 

La carencia de dependencia de una infraestructura de elevado coste y el incremento del índice de innovación proporciona a los nuevos empresarios una sensación de optimismo y libertad, lo que les permite una veloz expansión empresarial y la rápida creación de puestos de trabajo en sectores emergentes.