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Las oficinas ya no son lo que eran, pero esto no es algo negativo. Si comparamos una oficina de los años 80 con una de hoy en día, lo primero que nos llama la atención es que el espacio de trabajo actual es en torno a un 25-50 % más pequeño. Pero que una oficina sea más pequeña no siempre quiere decir que los trabajadores estén apiñados. En realidad, más bien se debe a que hay menos empleados.
Hace 30 años, las grandes empresas tenían departamentos enteros que ya no existen. Si necesitabas que te escribieran una carta, se lo pedías a las mecanógrafas. Si necesitabas una copia de un documento, ibas a la copistería. Operadores especializados llevaban los programas de ordenador e incluso una llamada rápida pasaba por centralita.
En busca de la eficiencia
La tecnología y la búsqueda de la eficiencia han cambiado todo eso. Ahora lo hacemos todo nosotros mismos, hasta el punto de que el número de secretarias ha disminuido un 47 % entre 2003 y 2013 en el Reino Unido.
¿Pero ahí terminan las mejoras en la eficiencia de las grandes empresas? Quizás no. Las últimas tendencias sugieren que el Departamento de Informática podría ser el siguiente en desaparecer.
¿Sin Informática en la era digital?
El Departamento de Informática es una parte tan fundamental de tantas oficinas que nos parece imprescindible. Pero también lo eran las mecanógrafas o las operadoras de centralita.
¿Con qué frecuencia recurren tus empleados a los informáticos? Probablemente solo como último recurso (tendemos más a preguntar a nuestros compañeros o a intentar solucionarlo nosotros mismos). Además, como muestra la investigación de Regus, más del 50 % de los empleados en todo el mundo trabajan fuera de la oficina al menos dos días y medio a la semana, por lo que es poco probable que consulten a los informáticos de la empresa.
¿Cuáles son las alternativas?
Como aquellos departamentos que eran imprescindibles en los 80, el de Informática ha de sustituirse por alternativas factibles. Los trabajadores tienen la ventaja de pertenecer a una generación con amplia formación digital, así que el reto para las empresas es aprovechar esos conocimientos.
Podría contarse con un servicio de Soporte virtual externo. Los trabajadores de hoy en día saben cuándo pueden resolver un problema o si necesitan un especialista. Contar con soporte para cuando se necesita implica que no tienes que mantener un departamento caro, pero infrautilizado. Un ancho de banda robusto también es importante. Si la gente tiene que resolver los problemas, necesita las herramientas para hacerlo eficientemente, y una conexión fiable es clave.
